Por mucho que leí y algunas de mis amigas me contaron de cómo me sentiría después del parto, tanto física como emocionalmente muy poco tenía que ver con la realidad, supongo que el tiempo hace que las cosas se vayan olvidando y no se ven con la misma perspectiva.
No creo que mi experiencia sea mejor ni peor que la de otras mujeres que han pasado por lo mismo, cada una tiene unas circunstancias y lo vive a su manera.
Ya os conté que el
parto de Romeo fue largo y terminé muy cansada, a esto hay que sumarle que los puntos de la episiotomía me molestaban hasta el punto de no poder ni sentarme, aunque afortunadamente cada día que transcurre juega a tu favor, el pasar horas en la misma posición intentando que tu hijo mame no es lo más recomendable.
Así que tras una mastitis y una semana de llantos las 24 horas porque el pobre estaba muerto de hambre nos pasamos al biberón y la cosa fue mejorando poco a poco.
Una vez que terminé el tratamiento para detener la subida de la leche y mis hormonas se estabilizaron volví a ser yo, adiós llantos, tristeza y sentimientos de culpa.
Volviendo al tema de los puntos quiero hablaros de un medicamento que descubrí de casualidad y que ha sido mano de santo para mí. Los externos cicatrizaron muy bien y no tenía ninguna molestia pero los internos fueron otro cantar, no me dolían pero sentía un malestar constante.
Encontré la Blastoestimulina leyendo sobre la recuperación postparto, lo consulté con mi farmaceútica y me recomendó unos óvulos que aparte de la acción cicatrizante de la Centella Asiática, uno de los componentes principales de la Blastoestimulina, regeneran la flora vaginal, pues bien, a los tres días de uso ya me noté mucho mejor y ahora una semana después de haber acabado el tratamiento de 10 óvulos no siento ninguna molestia.
Lo que me cabrea de estas cosas es que ni los ginecólogos ni la matrona que te revisan después del parto te lo recomiendan o te hablan de que existe (en mi caso), con lo fácil que es...
Después de ese primer episodio lo que empezó a preocuparme fueron los kilos y más aún esa barriga flácida que me quedó después del parto y de la que nadie me había avisado y que aún hoy, mes y medio depués de dar a luz todavía sigue ahí, con mejor aspecto pero flácida al fin y al cabo.
¿Y qué hago para ponerle remedio? Pues de momento andar mucho porque los deportes de impacto no se recomiendan hasta los tres meses postparto y comer sano.
No estoy haciendo ninguna dieta, nunca la he hecho porque no me gustan las prohibiciones y no me supone un problema la ingesta de frutas, verduras y carnes y pescados bajos en grasa, tampoco soy muy golosa pero si un fin de semana me apetece un helado o dulce me lo como y al día siguiente compenso el exceso.
Lo que de verdad me lleva de cabeza es la ropa, y es que esos 5 kilos que aún no se han ido hacen que mis vaqueros se ajusten tanto que no pueda cerrarlos o que en ciertos vestidos parezca un lomo embuchado, así que de momento opto por prendas sueltas y que no marquen mucho la silueta.
Todo el mundo me dice que es cuestión de tiempo pero yo soy impaciente y me gusta ver resultados pronto, espero que en cuanto empiece el gimnasio el mes que viene pueda decirle adiós a esos kilillos y volver a ponerme toda mi ropa.
¿Cómo vivísteis el postparto? ¿Bajásteis pronto de peso?
¿Hicísteis dieta y deporte?
Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios.