Que bien sienta empezar la semana con un día festivo y un look un poco más arreglado de lo que acostumbro, pero es que la ocasión lo merecía, porque tocaba celebrar el día del Pilar con la familia.
Elegí un mini vestido en un tono entre rojo y naranja cuyo principal atractivo es el volante con el que está rematado el bajo, que ya vísteis por aquí anteriormente para acudir a una boda.
Unos salones de leopardo con tacón medio para crear contraste con el tono del vestido y darle un aire atrevido, y bolso acolchado "nude" tipo bandolera completan el look.
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